personas altamente sensibles y relaciones sociales
¿por qué cuesta más socializar siendo PAS?
Hoy vamos a responder a una de las preguntas planteadas durante la semana pasada en la comunidad de Whatsapp:
«¿A las personas PAS les cuestan las relaciones sociales?»
Si frecuentas esta página, ya sabrás que las personas altamente sensibles, según el concepto desarrollado por la psicóloga Elaine Aron, poseen un sistema neurosensorial más «fino» que les permite captar con mayor profundidad los estímulos del entorno. También que es un rasgo de personalidad presente en aproximadamente un 15–20 % de la población.
La alta sensibilidad conlleva ciertas particularidades que pueden dificultar la adaptación a cualquier tipo de entorno social convencional. La pregunta que la usuaria del chat plantea es: ¿les cuestan las relaciones sociales a las personas altamente sensibles?
La respuesta es afirmativa en muchos casos, aunque hay que matizar un montón de cosas. Solo contestar esta pregunta a fondo daría para un libro completo. Pero antes de continuar, me gustaría dejar claro que una persona altamente sensible está perfectamente capacitada para socializar y disfrutar mucho haciéndolo. De hecho, necesitamos mucho más que los demás conectar con otros seres humanos. Resulta paradójico que muchas PAS opten por una baja interacción. Esto es una enorme contradicción que esconde, ni más ni menos, que puede que la persona esté confundiendo las cosas sin ser consciente. De ahí la importancia de aprender a gestionar el rasgo correctamente; cuantos más años dejemos pasar, más daños y convicciones difíciles de eliminar arraigarán en nosotros.
interacción o exceso de información
Uno de los principales motivos por los que las relaciones sociales pueden resultar complejas para las PAS es su tendencia a la sobreestimulación. Debido a su procesamiento profundo de la información, las situaciones sociales intensas —como una fiesta concurrida, un encuentro grupal o un espacio con muchos estímulos simultáneos— pueden generar un nivel de fatiga emocional y sensorial bastante grande. Esto no significa que exista una falta de interés por lo social, sino una necesidad de moderación en cuanto al número de estímulos simultáneos. La convicción resultante de este efecto es que la mayoría de las PAS asocian el exceso de información con la propia interacción social. Llegamos a pensar que tenemos algún tipo de problema para relacionarnos con personas, cuando lo cierto es que, si hablamos de una persona sin trastornos, lo que nos agota y bloquea es el exceso de estímulos.
AUTOCONCIENCIA Y AUTOCRÍTICA
Otro aspecto que influye en la dificultad social de las PAS es su elevada empatía. Aunque esta capacidad nos define y debería aportar mucho a nuestras relaciones, también genera una carga emocional extra, ya que absorbemos las emociones de los demás como si fueran propias. Esto nos puede llevar a sobreestimularnos y caer en rumiaciones de pensamientos, especialmente si no contamos con herramientas para poner límites o si nos relacionamos con personas inestables y grandes grupos de personas.
Las PAS tenemos un alto grado de autoconciencia y autocrítica. Somos individuos muy autoexigentes e implacables casi sin darnos cuenta. Captamos todo lo que ocurre a nuestro alrededor, pero también vigilamos lo que ocurre dentro de nosotros, tanto a nivel físico como mental. En situaciones sociales, todo son pequeñas cosas que van sumando y que pueden derivar en ansiedad social. Además, después de una interacción, es común que analicemos en exceso todo lo dicho, lo no dicho, los gestos ajenos y la posible percepción que otros tuvieron de nosotros. Esta rumiación mental puede dificultar la espontaneidad y aumentar el temor al juicio ajeno, generando inseguridad y pocas ganas de volver a interactuar.
No siempre es así, está claro. Puedes ser una PAS extrovertida y que te encante la interacción. Sin embargo, te agotarás antes que una no PAS o necesitarás más tiempo a solas que otros para filtrar toda la información recibida.
Si tienes problemas para socializar y eres una persona altamente sensible, en Ser altamente sensible sabemos cómo acompañarte a vivir en paz con tu rasgo.
A destacar:
La clave es entender que no es por las personas, sino por el exceso de estímulos.
No eres asocial, si no tienes ningún trastorno, es normal que te sobreestimules antes que los demás.
Trabaja en el antes y en el después. En el durante ya es demasiado tarde.
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Gracias, me ha servido mucho.
Gracias por tu comentario! 🙂
Muy interesante y esclarecedor. Me siento identificada con el grupo PAS a quienes no cuesta sociabilizar y todo lo que describes encaja. Gracias, Juan Carlos!!
Muchas gracias a ti, Begoña 🙂
Muy interesante, gracias.
Muchas gracias a ti, Lucía. 🙂
Muy clasificador, gracias por el artículo.
Gracias por tu comentario! 🙂
Muchísimas gracias por este artículo
Muchísimas gracias a ti, Paloma. 🙂
Todo concuerda, me siento muy identificada, muchas gracias por estos artículos. Ayudan.
Es la pretensión y me alegro de que se cumpla. Saludos! 🙂
Muy buen artículo Juan Carlos
Muchísimas gracias 🙂